Inteligencia emocional. ¿Por qué fomentarla y educarla en nuestros hijos y alumnos?

Nadie duda, hoy en día, de la importancia de desarrollar la inteligencia emocional de nuestros hijos o alumnos para que crezcan más felices, confiados y en consecuencia tengan más probabilidades de éxito personal, académico y profesional en su futuro.
Estudio tras estudio demuestra que tener una inteligencia emocional bien desarrollada es por lo menos tan importante como tener un coeficiente intelectual elevado, sobre todo porque ésta es la base para que nuestros hijos se vuelvan adultos responsables, atentos y productivos. Por estos motivos, fundamentalmente, cada vez más se apuesta por introducir la educación emocional en las aulas, al tiempo que los padres estamos más interesados en cómo fomentarla desde casa.
Durante la infancia las emociones se sienten con gran intensidad, el miedo es atroz y la rabia o frustración desborda a nuestros hijos provocando rabietas y pataletas en los más pequeños que los padres, en muchas ocasiones, no sabemos cómo manejar.
Desarrollar nuestra inteligencia emocional y la de nuestros hijos permitirá mejorar su forma de estar en el mundo y entenderse mejor a sí mismos y a los demás.
Si como padres, maestros o educadores conseguimos que nuestros hijos o alumnos aprendan a conocerse a sí mismos identificando sus emociones y las de los demás, a la vez que les enseñamos a gestionar mejor sus reacciones emocionales, estaremos dotándoles de las capacidades necesarias para que tomen las riendas de sus vidas y puedan tomar decisiones de forma más responsable. Algo especialmente importante cuando llegan a la adolescencia, una etapa de transición y cambios en la que deben enfrentarse a las grandes presiones que ejerce su grupo de referencia.

¿Qué es en realidad la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional, según Daniel Goleman (psicólogo estadounidense que popularizó este término), es la capacidad de una persona para manejar una serie de habilidades y actitudes, entre las que se incluyen:
  • Conocer y manejar nuestras propias emociones.
  • Reconocer las emociones de los demás.
  • Establecer relaciones positivas con otras personas.
Todas ellas capacidades que debemos fomentar y educar, es parte de nuestra labor  educativa.
La inteligencia emocional es el con conjunto de habilidades psicológicas que permiten apreciar y expresar de manera equilibrada nuestras propias emociones, entender las de los demás, y utilizar esta información para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento.


educar la inteligencia emocional
Padres, maestros y educadores en general tenemos la obligación de proporcionar las herramientas necesarias a nuestros hijos o alumnos para que aprendan las habilidades socioemocionales que se requieren para crecer como personas. Habilidades que se aprenden por imitación o ensayo y error.
A través del  juego y de los cuentos podemos hacer un gran trabajo para potenciar la inteligencia emocional de nuestros hijos, ayudándoles a reconocer en los personajes de las historias las diferentes emociones que sienten. Poner nombre a estas emociones es el primer paso para identificarlas y por tanto para desarrollar el autoconocimiento, la habilidad socioemocional que permite el desarrollo de todas las demás habilidades como el autocontrol, la motivación o la empatía.
Tomemos tiempo para leer con nuestros hijos ya que la lectura proporciona el marco ideal para la transmisión de valores que de otro modo cuesta mucho transferir.
Los juegos son otra forma particularmente buena de enseñar capacidades relacionadas con lainteligencia emocional. Es sobre todo con el juego de roles, el juego en el que el niño juega a ser otra persona, con el que los niños tienen excelentes oportunidades de aprender y practicar nuevas formas de pensar, sentir y actuar.
Vídeo educativo sobre la inteligencia emocional
https://www.youtube.com/watch?v=8abGBQLUhho

Sara Tarrés
Licenciada en Psicología
Mi mamá es psicologa infantil